El gobierno debería elaborar un levantamiento topográfico del estado, cuya información serviría como criterio para que los proyectos de construcción no sean llevados a cabo en zonas de riesgo, manifestó Juan José Orozco López, urbanista de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Este estudio es un requisito para cualquier obra de infraestructura, pues detalla gráficamente las características de una superficie tales como sus medidas, ubicación geográfica, altura sobre el nivel del mar, fallas en el terreno, entre otras. A opinión del catedrático, este documento no debería solicitarse a los constructores sino que la propia autoridad debería contar con un archivo de la topografía de la entidad: “los dueños de los fraccionamientos no tienen porqué hacer un estudio topográfico, que además de ser costoso, le corresponde a la Federación, al estado o al municipio porque es un asunto de seguridad (…) sobre todo cerca de ríos y arroyos para que sean ellos quienes delimiten hasta donde se puede construir”.
Esto también además de dar certeza de que los inmuebles no se fincarán sobre zonas inundables, agilizaría los trámites para la construcción. Y es que con base en estos estudios, dependencias como Comisión Nacional del Agua (Conagua) deciden si se autoriza o no una obra. Una vez que el promovente entrega la información, el trámite se prolonga entre cuatro y cinco meses debido a la carga de trabajo, “pero si se hubieran bajado recursos de la federación para estudiar los cuerpos de agua no se tardarían ni una semana en extender el dictamen”.
En Aguascalientes se quiso abrir una ventanilla única para constructores que no ha funcionado debido a la misma dinámica de trabajo: “los sistemas dentro de Gobierno del Estado deberían estar integrados, si tú pretendes hacer un fraccionamiento, dame tu clave catastral, no, no está gravado, muy bien, adelante. Pero por qué me piden hacer una fila de treinta personas diario cuanto nos tardamos en sacar una libertad de gravamen sencilla casi quince días, cuando el gobierno del estado tiene el poder y más con estos sistemas”.
El fundador del Colegio de Urbanistas de Aguascalientes aseguró que la topografía cambia mínimamente de acuerdo a las avenidas de agua: “por ejemplo la presa calles se construyó en 1929, quiere decir que en el 2029 cumplirá cien años. Tiene una capacidad de 350 millones de metros cúbicos, un mundo de agua, si ocurre una fractura, toda esa agua se irá al río San Pedro. Y aguas con los fraccionamientos ubicados cerca de los arroyitos. Para eso creo muy pertinente que se cuente con el estudio”.